Porque es áspera y fea;
porque todas sus ramas son grises,
yo le tengo piedad a la higuera.
En mi quinta hay cien árboles bellos:
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.
En las primaveras,
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos que nunca
de apretados capullos se visten…

Por eso,
cada vez que yo paso a su lado
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
-Es la higuera el más bello
de los árboles todos del huerto.
Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido,
en su alma sensible de árbol!
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
-Hoy a mi me dijeron hermosa.
Juana de Ibarbourou (1892-1979)
Es la cuarta liberación masiva de libros este próximo 27 de octubre y alentamos a quiénes deseen liberar sus creaciones, sus escritos, poemas, cuentos, lo que quieran compartir de su autoría como anónimos/as o con su firma, como deseen hacerlo, como prefieran compartirse =) a hacerlo y también a liberar cualqueir libro que haya sido importante para ti... siempre poniendo en la tapa que es un libro libre y que una vez leído debe ser liberado.
27 de octubre, día del corrector
El próximo miércoles 27 de octubre se celebra el Día del corrector de textos, “esos profesionales que se encargan de que un escrito se presente ante nuestros ojos de la mejor manera posible, cuidando el estilo de la lengua y siguiendo las normas de la gramática. Sin duda, un trabajo que muchas veces pasa inadvertido, pero que llama poderosamente la atención “cuando no se realiza”
El 27 de octubre es día del Corrector desde fecha bastante reciente, cuando fue instituido por la Fundación Litterae (Argentina), dedicada a la formación de correctores, en conmemoración del nacimiento del humanista holandés Desiderio Erasmo de Rotterdam (1467-1536), que (como muchos otros intelectuales de su época; Miguel Servet, por ejemplo) se desempeñó como corrector de imprenta: felicitamos a los correctores en 27 de octubre, día del corrector con un precioso párrafo de Alejo Carpentier sobre Gustave Flaubert y su corrector y amigo y escritor Maxime Du Camp.
«Hoy es el día del corrector, así que supongo que me toca felicitarme un poquitín a mí misma. Para celebrarlo, he decidido rescatar de mi cada vez más extenso almacén de borradores este texto [...]: “El centenario de Madame Bovary ha venido a reactualizar, en cierto modo, la figura de ese escritor singular que fue Gustavo Flaubert. [...] Adelantaba lentamente en sus libros, renqueando, sufriendo, protestando, como si cumpliera con una intolerable obligación impuesta por otro. No poseía imaginación verbal. Tenía que rehacerlo todo, tachando, quitando, enderezando párrafos cojos. Y aun cuando daba un manuscrito por terminado, Máximo Du Camp, su íntimo amigo, cazaba en ellos gazapos imperdonables; verdaderas perlas, como cierta ‘excursión marítima’ puesta en la segunda página de La educación sentimental, para calificar… un viaje por el Sena. O aquello de ‘Sonó lentamente el toque de la una’, visto más adelante, en la misma novela, que hacía exclamar al corrector, escandalizado: ‘¿Es que les tomas el pelo a tus lectores? ¿Cómo quieres tú que una sola campanada suene lentamente?...’”
El adjetivo y sus arrugas, Alejo Carpentier, 1980.»
Ana Lorenzo
2007-10-29 16:55
Diana Gamarnik me pasa esta preciosa poesía de Emilio Frugoni que se titula La errata; la versión que corre en la red, curiosamente, tiene una errata en el primer terceto: allí donde pone «El incansable artífice a golpes de martillo», suelen poner, quitándole el sentido, «Es incansable artífice a golpes de martillo». He aquí la versión sin errata de La errata:
La errata
Es un duende maligno y solapado.
Salta en medio de las frases que el ingenio combina
con una terrible voluntad asesina
hunde en plena belleza el puñal de una falta.
La construcción magnífica del pensador asalta.
Al globo del estilo clava traidora espina.
Y en el concierto mágico del verbo desafina
emitiendo una nota perturbadora y alta.
El incansable artífice a golpes de martillo
y de cincel ilustra su castillo encantado,
Y él de un papirotazo desbarata el castillo.
En el cáliz del numen su ponzoña deslíe
Y en el templo de Apolo, tras el dios colocado,
Con una mueca infame, grotescamente, ríe.
Emilio Frugoni
(poeta uruguayo de la generación de 1880)
Silvia Callejas Me ha permitido aumentar mi conocimiento en varias cosas, especialmente en las nuevas tendencias de la comunicación. Además, permite que conozca diferentes culturas, formas de vida ;)